Me ha pasado una que otra vez haberme
encontrado en una situación donde pude haber ganado el Nobel de la Paz y no
precisamente la paz para otros, sino exclusivamente la “autopaz” ,el zen, el estado
neutro que se desequilibra tras escuchar a una amiga decir que no hay mejor
cosa que te venga la regla después de su primera vez #SindromeGraceGonzales. Y
es que hay veces que una se encuentra con distintas situaciones en la vida en
las que quieres tirarte por un precipicio, o ya pues, el puente de la Av.
Salaverry frente al Parque Infantil.
Pasa
pues, que cada uno debería recibir un premio especial al amigo leal, el que
dice: “sí flaca, yo te entiendo, pucha es un desgraciado” en lugar de decir “es
un perro hueveretas, ¿no ves acaso que ya eres más cachuda que cien unicornios?
Ah no pues, los unicornios no existen dices”. Pero no lo decimos, porque somos
muy buenos disimulando, menos cuando te dicen que voltees disimuladamente…Ahí
la chica de El Exorcista nos invade.
Únicamente, no es el problema que tu amiga,
amigo, casero, no abra los ojos para notar su triste realidad y que
dichoseadepaso no ayudas a que lo haga, sino el problema es que te tienes que
chupar el sermón entero a causa de no soltarle lo que realmente piensas. A ella
no le va a interesar si el colectivo se va a las 10pm y solo tienes 1.20 en el
bolsillo, para nada. Por que “para eso están los amigos” *INSERTEVOZDECANDYACÁ.
Por ello señores, un ejemplo más que decir la verdad es bueno. Ahorra tiempo. Mucho.
Otro caso es cuando te sientes la mujer más
despechada del mundo. Ese preciso momento en el que sientes que Shakira de los
90 está cantando tu vida y ni siquiera te atreves a poner “Ritmo Romántica”
porque sabes SABES que van a pasar la canción de Río Roma, esa, la que cantaste
con él alguna vez desde el hígado, con sentimiento. Y estás en la parte de “TÚ
ME CAMBIASTE LA VIDA DESDE QUE LLEGASTE A MI… Y fuáz! llegan tus amigas a verte
porque NO pueden permitir que estés en ese estado tan desastrozo en el que el
rímel ha invadido tu rostro y pareces un mapache chusco. Ahí, en ese preciso instante
dices ¡fueeeera miershda! y que me lancen a ¡Karina!
¡Porque él no puede saber que estás mal!
Porque simplemente sabes que si cantas canciones de este tipo notarán que has
superado esa etapa (a la de insultar) y que, sin lugar a dudas, es mejor que
publicar “No va a ver otra que me iguale ni que te ame tanto como yo te amé”,
sello, firma en Facebook. No señores, eso no se puede hacer… ni siquiera
stalkear si ya se hizo amiga de la flaca que seguramente conoció el fin de
semana en la discoteca y si se tomó una foto con ella. OJO. Pero, tranquila,
puedes decir “pucha apareció en mi Inicio por fotos etiquetadas de Guillermino,
con quien aparece también en la foto”.
Finalmente, el caso en el que no puedas
disimular suficiente lo que quieras decirle a alguien sabes que algún día vas a
explotar y, sin querer te crearás un ask y le dirás todo lo que quieres a esa
persona “ELLA — o sea tú pero solo eso tú lo sabes — FUE MUCHA YEGUA PARA TAN
POCO JINETE” en Anónimo.
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