Podría quedarme con el título del post y que este se venda
solo, aunque mejor es sacarnos la mugre y maltratarnos un poco más.
No es raro y difícil encontrar a amigas que te digan: “No
entiendo a este huevón… primero me habla y después no”. (Lo admito; me ha
pasado unas 52246 veces). El asunto en cuestión
es: ¿por qué si nos ha pasado varias veces — y lo hemos visto unas mil veces
más en otras personas — seguimos detrás de aquellos individuos que nos hacen “sufrir”?
El asunto es que relativamente estoy comprendiendo por qué
los hombres no nos comprenden en cuanto a las relaciones amorosas. Es obvio que
nos necesitan (y por qué no decir lo mismo de ellos) y que somos parte
importante de su desarrollo varonil. Sin embargo, si siguen leyendo podrán
estar de acuerdo en unas cuantas cosas y después ir a darse golpes contra la
pared.
En primer lugar, debo aclararle a los hombres que a las
mujeres nos encantan los detalles. Quizás no los salameros mensajes de cada
cinco minutos de “dónde estás”, que
finalmente ocasionarán que pasen a ser catalogados como posesión enfermiza.
Sino de esos que muestran que tienen interés por lo que dice una chica, cómo
luce y por su puesto evitar usar el celular mientras hablan.
Por otro lado, estudios realizados por la Dra. Kitym Porta
señalan que a las mujeres nos atraen más los hombres que no piensan igual que
nosotros, que no nos llaman cuando deben
llamarnos y que no están pendientes de lo que hacemos o no.
Sacando pluma y conclusiones, no sé por qué eme somos así!!!
Es decir, preguntando y cuestionándome… nos encanta que no nos hagan caso pero
que tampoco se alejen. Por lo que puedo asegurar, si dije que no nos llaman no
debe significan que no lo hagan (existen los dúos en Claro y números frecuentes
en Movistar, no hay excusa). Además, nos gusta que nos hablen cosas lindas y
sean tiernos, mas no que sea peor que melcocha o miel de picarón.
Así que si eres hombre no creas en todas esas publicaciones
o libros que te aseguran conquistar a una chica por que, en realidad, no hay
pautas específicas. Solo ten en cuenta que A LAS MUJERES NOS ENCANTA IR POR LO
QUE SE MUESTRA DISTANTE. Es como si tuviésemos como un reto, como un objetivo.
OJO, no me refiero a tomar al otro como un juego, sino como motivo para
probarse cuán inteligentes y astutas nos sentimos.
El sentimentalismo es parte importante en una relación y en
un acercamiento. Detalles como mensajitos o que se acuerden que existes nos
sirve y nos llama la atención. Pero, por enésima vez, a las mujeres nos atrae
el hecho de que no estén siempre para nosotras, afirma que tienen otras cosas
que hacer y, aunque nos estemos carcomiendo por dentro, sabemos que eso es lo
que más nos gusta.
Ahora, no deben confundir ser un perfecto idiota con un
inteligente estratega. El hecho de que mires a otra flaca, te comas los mocos
mientras hablas con ella, no quiere decir que la ignores. Ahí entras a la categoría
de “pobre y triste huevón” que ya conocemos.
Para concluir y dejando en claro que este post no es una
publicación más de un libro de autoayuda, agradezco a mis queridas amigas por
decirme qué cosas no les gustan de los chicos. Es más interesante darnos cuenta
qué complicadas somos y que ellos se muestren tal como son, no como unos
perfectos patanes que se la pegan de papiriquis. Para eso me voy con un
wachiman televisivo.
// Visto
ResponderEliminarhola
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